Ya con unas ideas mejor estructuradas, los estudiantes pueden empezar el proceso de selección para escoger con cuál continuarán trabajando el resto del proyecto. Una manera de hacer más fácil el proceso de elección es definir unos criterios clave para el proyecto sobre los cuales evaluarán cada idea, la que mejor cumpla con ellos será la elegida. Estos criterios pueden ser preguntas guía que “le harán” a cada proyecto, algunos ejemplos:

 

¿Cuál trae mayor beneficio a la comunidad?

¿Cuál tiene mayor viabilidad de implementación?

¿Con cuál se sienten más cómodos trabajando?

¿Cuál generará mayor impacto a largo plazo?

¿Cuál tiene más posibilidades de evolución?